Aunque parezca mentira, existe una manera de dejar un colchón prácticamente igual que estaba antes de una súper meada de bebé/niño o lo que sea. Incluso el olor desparecerá si sigues estos sencillos pasos.
A nosotros nos ha pasado, y ya dábamos por perdido el colchón, porque fue una inundación de pipí de las gordas (falló el cubre colchones, no pudo contener la marea), y pensamos: “de perdidos, al río, vamos a experimentar”.
Y funcionó. De verdad que el cerco desapareció, y el olor a pipí, también.
Necesitas
- Amoniaco
- Cepillo no muy duro, ni muy suave
- Polvos de Talco con el mínimo perfume posible
- Aspiradora
Cómo hacerlo
- Pon en un cubo amoniaco y un poquito de agua.
- Moja el cepillo y frota la mancha de pipí insistentemente incidiendo en los bordes.
- Aplica los polvos de talco generosamente sobre toda la superficie mojada para que absorban la humedad, y déjalos hasta que los notes secos.
- Después retira los polvos de talco con una aspiradora
- Deja que se termine de secar al aire el colchón, o con las ventanas abiertas del dormitorio un par de días.
- Si lo necesitas para que siga durmiendo el niño, puedes ponerlo en el somier con la parte húmeda hacia abajo por la noche, y al día siguiente volver a darle la vuelta y dejarlo al aire para que termine de secar.
El olor no se irá del todo hasta una semana después más o menos, pero ya verás cómo te que queda genial. No te voy a decir que como nuevo, pero seguramente evites tener que comprar otro por el momento.
¿Te ha pasado alguna vez?
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