Me encanta que mi hija siga jugando con muñecas. Creo que el juego es fundamental para el desarrollo de su personalidad, fomenta su imaginación, y la hace seguir siendo niña.
No os extrañéis porque diga esto último, porque con casi 10 años, ya hay muchas niñas que no quieren jugar con muñecas.
Los niños de hoy en día están rodeados de miles de estímulos que los apartan de de los juegos tradicionales. Las pantallas nos invaden, y además, nos ven a los padres casi siempre mirando una. Por eso es fácil que se dejen llevar por la tecnología fácilmente, y “crezcan” más rápido, pero no debemos dejar que pierdan el gusto por los juegos de toda la vida.
Creo que las madres tenemos una labor importante en este punto porque podemos ofrecerles muñecas que les resulten atractivas para su edad, y para sus intereses, ya que en el mercado hay gran variedad.
Por ejemplo, a mi Princesita le encanta la moda y es muy coqueta, así que buscamos una muñeca que fuera muy moderna, que se le pudiera poner complementos y que resultara muy chic.
Nos decidimos por una muñeca Bratz que, además, tiene el pelo extra largo, ideal para hacerle peinados, que le encanta.
Aunque lo que más le gusta son sus botas de tacón, y como la rodilla es articulada, puede jugar a que anda con su maleta.
Jade es una muñeca que viene de viaje porque ha estado un año estudiando en Rusia. Y lleva su maleta repleta de ropa típica de ese país.
Además, ha traído de recuerdo unas matrioscas preciosas, que se guardan en un bolsito.
¿Quién no ha tenido matrioscas en su niñez?
¡A nosotras nos encantan!
La muñeca viene con una pack de emoticonos Bratz que pueden poner en los selfies que se hagan con ella, y una App interactiva en la que las niñas podrán divertirse haciendo sus propias creaciones, y con los juegos que incluye.
Ahora, es Princesita la que está deseando irse de viaje desde que juega con su muñeca viajera.
Para más información:
NOTA: Post no patrocinado. Bandai me ha cedido un pack Bratz Study Abroad para que la pruebe y os dé mi sincera opinión.
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