No soy una madre histérica… o sí… no lo sé, pero lo que sí sé es que la selección natural funciona, y que si la mayoría de madres que conozco son así o más exageradas con sus hijos es porque es necesario para la supervivencia de la especie.
Os pongo varios ejemplos recientes para que lo entendáis:
Ejemplo1
Gracias a mi “histerismo” detectaron la pérdida de audición de mi hijo pequeño y evitamos que el problema fuera a más. El caso es que le hicieron una audiometría “para que la madre se quede tranquila”, y en cuanto el otorrino vio el resultado, inmediatamente decidió operarlo.
Madre histérica 1- criticones 0
Ejemplo 2
Si me hubieran dejado ser una madre histérica hubiera evitado que mi hijo tuviera una accidente en la bicicleta este verano (no os preocupéis, no fue nada para lo que podría haber sido):
Se me tachó de exagerada porque no quería que fuera de paquete con su hermano porque por experiencia (propia y ajena) sé que la probabilidad de piñazo se triplica. Pues, efectivamente, metió el pie en los radios, y los dos niños al suelo.
De repente oí gritos y salí de casa para encontrarme un camión parado taponado la calle y, supuestamente, mis niños delante de él o debajo, en ese momento no lo sabía.
Salí corriendo cual madre histérica descompuesta, levanté a mi hijo del suelo, un chico me ayudó a sacarle la pierna de los radios, lo cogí en brazos, y me lo llevé inmediatamente a casa a ponerle hielo y darle ibuprofeno.
Ni siquiera se le hinchó porque mi histerismo me hizo actuar con rapidez y determinación: primero me hizo detectar el accidente casi por intuición porque a penas sería nada dentro de la casa, después mi histerismo me hizo llevarlo a casa rápidamente, mandar a su hermano a la farmacia a por ibuprofeno y ponerle el hielo durante un cuarto de hora.
Es cierto que podrían haberme puesto tan nerviosa porque realmente no pasó nada grave, pero yo me pregunto:
¿Sin ese nervio habría actuado de forma tan eficaz?
Madre histérica 1- criticones 0
Ejemplo 3
Pero diréis que no siempre tenemos razón las madres histéricas, y es cierto, no os equivocáis. Y para ser justos, también os voy a contar un caso en el que mi histerismo falló:
Era de noche y estábamos tomando algo con unos amigos en una terraza, se hizo tarde y el pequeño empezó a decir agobiado que le dolía al respirar. Insistió y se puso a llorar. Entonces, pensando que repasaba algo grave, rompí rápidamente la reunión y me lo llevé a casa. Después resulta que resultaron ser gases. Esta vez mi instinto falló.
Madre histérica 0- criticones 1
Bromas aparte, las madres tenemos un sexto sentido, y cada vez confío más en él porque suele acertar. Cuando nos da un pálpito debemos tenerlo muy en cuenta y hacerlo valer ante quien sea necesario porque estadísticamente solemos tener razón, y criticones nos vamos a encontrar por todas partes.
Ahora decidme si os ha pasado algo parecido o es que estoy equivocada…